domingo, 26 de mayo de 2013

Propiedad y Collares




Los conceptos de propiedad en el BDSM son un tema que se torna central luego de sesionar con cierta frecuencia. Naturalmente no hay una Biblia del BDSM. así que no se puede hablar de practicas correctas e incorrectas, sino a lo sumo de practicas más comunes o más aceptadas por un conjunto de personas que tienen nuestros mismos gustos (conjunto de personas a las que con mucho cariño llamamos: comunidad) y los temas de propiedad no son una excepción. El objeto del siguiente articulo es brindar una visión personal, pero entendemos que ampliamente aceptada, de la propiedad en el BDSM.

La propiedad en el BDSM es muy parecida a la propiedad en entre los amantes vainilla, con la salvedad que estos últimos suelen tener reglas bilaterales, en tanto que las nuestras suelen ser unilaterales. Lo importante del asunto es que la propiedad es un pacto entre partes, es decir, no hay una ley o una situación que obligue a alguien (sumis@) a entregarse a modo de propiedad a otra persona (Dominante), sino que se trata de un mutuo acuerdo que suele darse luego de en un largo tiempo compartido y una confianza ganada durante ese tiempo. El aspirar o determinar ser propiedad de alguien es una decisión personal y cada sumis@ debe analizar sus gustos y deseos con tranquilidad y reflexionar para poder determinar que es lo que realmente busca en el ámbito del BDSM. Nunca olviden que lo que Uds. decidan querer será lo mejor para Uds. y deben ser fieles a eso. El uso del BDSM para manipular o "lavar cabezas" es, a nuestro modo de ver las cosas, una falta grave en un Dominante.

La propiedad es entonces un acuerdo de partes, donde el Dominante se compromete a cuidar como un bien muy preciado y el sumiso se compromete a su vez a pertenecer a su Dominante. Releyendo esa ultima linea suena confuso, no?, como si de un objeto se tratara. Tal vez una aproximación mejor seria la que se da en el mundo vainilla a través del casamiento, donde dos personas se juran amor, lealtad, etc etc etc. La idea de la propiedad es parecida a esto. La propiedad le otorga poder, y a su vez mucha responsabilidad, al Dominante. En realidad el poder lo otorga el/la sumis@ al Dominante en cuestión y eso constituye la propiedad.

Al final de cuentas no es tan fácil de caracterizar, pero creo que ya agarraron el concepto. Ahora toquemos el tema de los collares, los collares son, como muchos se habrán dado cuenta, un símbolo de propiedad. El portar un collar indica que se es propiedad de un Dominante, pero no es solo el hecho de portarlo, sino el sentimiento de entrega que atraviesa al sumis@ y la responsabilidad que acepta el Dominante lo que le dan valor al collar. Nos referimos con esto a que portar el collar no es suficiente para hablar de propiedad, así como portar alianzas de boda no es suficiente para hablar de amor, lealtad y demás en una relación vainilla. Se puede elegir ser propiedad de un Dominante sin llevar ninguna marca, así como también se puede llevar todas las marcas habidas y por haber, pero no estar realmente comprometido con el juego. Es por eso que la propiedad es un concepto profundo y no tiene sentido aplicarlo en las primeras sesiones, es como casarse con alguien a los pocos días de conocerlo, podría funcionar, pero al menos nosotros, apostariamos por el contrario. La pregunta es: Por qué apurarse?.

Si bien hay muchos rituales o caminos para entregar un collar, en general se puede hablar de dos situaciones bien definidas, que un Dominante lo ofrezca (y se lo acepten) o que un@ sumis@ lo pida (y se le conceda). En el primer caso el Dominante suele ofrecerlo cuando esta seguro que su sumis@ esta interesad@ en recibirlo, que lo espera con ansias y que saltará de alegría al oír la noticia, naturalmente el/la sumis@ puede rechazarlo, pero nos viene a la mente un solo caso que conocemos donde se dio este desenlace, así que no suele suceder, porque el Dominante suele entregarlo a sabiendas que la respuesta sera de aceptación, alegría y euforia. El segundo enfoque es el de la sumisa que suplica y mendiga por el collar, tratando de convencer a su Señor de que esta a la altura de las circunstancias, en esta situación quien decide entregar (o no hacerlo) el collar es el Dominante. Se de la situación que se de, la entrega del collar es un pacto entre ambas partes que implica mayor poder y como contra partida mayor responsabilidad para un Dominante para con su sumis@.

Ufff.. explicar todo esto de la propiedad ha sido mas difícil de lo que esperábamos, pero la idea es la que tratamos de reflejar desde el principio: La propiedad es algo serio, así que hay que tomarselo seriamente, pero tiene, una vez conformado el vinculo, excelentes prestaciones para ambas partes. Así que recuerden no tomarselo a la ligera, pero disfrutar una vez que hayan tomado la decisión. Ademas queríamos remarcar que  el collar indica un compromiso, pero puede haberlo sin collar de igual forma. Y.. recuerden que no hay formas correctas e incorrectas de practicar el BDSM (dentro de los seguro, sensato y consensual) así que elijan la que mas les guste y a disfrutarlo!!!

Autores: Fenrir y circe {FNR}
elartedelbdsm@gmail.com

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